Digamos que, si pudieramos, todos quisieramos ser estrellas de cine. ¿Porque no? Ser una estrella de cine tiene sus beneficios, sus grandes beneficios: en primer lugar, uno gana millones de dolares con cada pelicula, en segundo lugar, todo el mundo conoce tu nombre, en tercer lugar, uno se asegura, en la medida de su talento, lugares en las mejores peliculas, en el cuarto lugar... ¿para que seguir? Trabajar en Hollywood, como bien saber Javier Bardem y Penelope Cruz, es un privilegio que debe mantenerse intacto.
Lo cierto, sin embargo, la realidad, es que mas alla de los flashes, de las luces, de lo que vemos sobre la superficie, existe otro Hollywood, y ese otro Hollywood nada tiene que ver con la imagen glamorosa que se nos vende, como demostro, muy claramente, el escritor de policiales negros James Ellroy en su novela Los Angeles Confidencial que forma parte de su zaga, de su imprescindible zaga sobre un Los Angeles que poco tiene que ver con el de las revistas.
Lo que dice Ellroy, resumiendo, es que lo que tenemos son un monton de figurones, hombres y mujeres, que mas que actuar lo que hacen es ser obsecuentes con el poder de turno, actuando en peliculas malas que son alabadas por criticos complacientes que, a cambio de su silencio, reciben un gran cheque. El periodismo forma parte de ese contubernio al aceptar no contar nada de lo mucho y malo que sucede tras las camaras. Los estudios son generosos con quienes saben callar.
Gracias a esa censura explicita por parte de los estudios nadie se entero del mal caracter de Lazzie, ni mucho menos (¡mucho menos!) de los caprichos de estrella que, luego de la tercer temporada de su serie, desarrollo Rin-tin-tin, quien era tratado como una verdadera estrella y adorado por miles de niños que lo consideraban el paradigma del perro obediente, bueno y sano.
Afortunadamente existe Fauna y accion, una empresa dedicada al alquiler de animales de cine en Oporto que cuenta con treinta años dedicados a criar y adiestrar animales de cine para que puedan representar en forma perfecta su papel en las pantallas de todo el mundo.
Fauna y Acción abarca un espectro potencial que va desde las exhibiciones zoológicas al aire libre en centros de ocio; la enseñanza medioambiental en centros docentes, las muestras de aves de presa y cetrería, en el marco de las distintas fiestas medievales de la geografía española; la preparación y rodaje de películas y documentales; el asesoramiento y colaboración en publicidad e imágenes corporativas; el mundo del "marketing", el teatro, la fotografía o las pasarelas de moda.
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